Borg vs McEnroe

La Rivalidad del Temperamento

 

Por: Iván Uriel Atanacio Medellín

 

Borg vs McEnroe | Dir. Janus Metz | Suecia, Finlandia y Dinamarca, 2017

Desde que supe que se estrenaría una cinta sobre la rivalidad tenística que rebasó los confines de su deporte, Borg vs McEnroe, pensé lo difícil que resultaría centrar la rivalidad de los íconos con sus respectivos temperamentos. La rivalidad en el deporte ha sido llevada de desde la ficción a lo largo de la historia del cine, con especial atención a las cintas e ficción dirigidas por John G. Avildsen, “Rocky” 1976, ganadora del Premio Óscar a Mejor Película y que sentó las bases de rivalidades boxísticas consecutivas de una saga aún hoy más que vigente, y la juvenil “The Karate Kid” 1984. Y desde el testimonio que permite la realidad y  la memoria que recuerdos guarda, la extraordinaria cinta “Rush” 2013 sobre la rivalidad en el automovilismo de los campeones de Fórmula Uno Niki Lauda y James Hunt, dirigida magistralmente por Ron Howard, y recientemente con la cinta tenística “Battle of the Sexes” 2017, que refleja una rivalidad más mediática que deportiva pero igualmente sugerente y de impacto en la lucha por la equidad de género y que refiere la polémica tensión entre Billie Jean King y Bobby Riggs, dirigida por Johathan Dayton y Valerie Faris.

 

Borg vs McEnroe, explora la rivalidad de dos personajes cuyo temperamento se convirtió tan famoso como sus logros y talento. Por una parte el joven tempestuoso, a la vez grosero, flemático, iracundo, y reciente ganador del Abierto de Estados Unidos (US OPEN), del que haría su bastión, McEnroe representó a la sangre nueva del tenis de su país, mientras Jimmy Connors veía pasar sus mejores años. McEnroe sería el estandarte de Estados Unidos para la década de los años ochenta que recién comenzaba, y que a la postre de otros diez años, vería coronarse a otros tres números uno como el propio Big Mac, Jim Courier, el polifacético Andre Agassi y el multicampeón Pete Sampras, antes de un hiato de casi dos décadas que sólo advirtió a Andy Rodick. Por otra parte, el ya legendario Bjorn Borg, frío, inexpresivo, calculador, desafiante tenista que con tan solo 24 años se había apoderado de los dos más importantes torneos de Grand Slam y del tenis en general, los abiertos de arcilla Roland Garros en Francia, y sobre pasto, Wimbledon en el Reino Unido. Borg sigue siendo el último en ganar ambos torneos en tres años consecutivos, y lo había logrado a una edad que hoy, sigue siendo motivo de admiración y a su vez, de desconcierto. Suecia tendría grande figuras en los años ochenta, Matts Wilander y Stefan Edberg, pero ninguno a la altura de Borg.

 

Con esa atenuante histórica, el torneo de Wimbledon de 1980 se aprestaba para atestiguar, el desarrollo de uno de los más grandes apasionantes y extraordinarios juegos de tenis de la historia, el denominado “Juego del Siglo”, el que se presentaría en esa ya icónica gran final. La cinta dirigida por Janus Metz, con guión de Ronnie Sandahl, presenta un viso al entorno previo a dicho compromiso deportivo, y lo hace desde una sucinta remembranza del pasado infantil y juvenil de ambos tenistas, sus motivaciones, frustraciones, sus temores y desafíos, su relación con entrenadores, familia, público, prensa y rivales, haciendo de la vida misma un corolario de vaivenes emocionales que resultan causa consecuencia de su desempeño, pero que ante todo, no responsabiliza como una culpa los sucesos sino que solo envuelven las decisiones personales. Este recurso descriptivo, eleva la cinta de ser una película deportiva con tintes de conflicto y resolución, a una exploración de la mente y sus recovecos emocionales en el deporte, especialmente en el tenis, que resulta ser en gran parte un juego de alta carga mental.

 

Con actuaciones sobresalientes de Stellan Skarsgard como el entrenador sueco Lennart Bergelin, Shia LaBeouf como McEnroe y Sverrir Gudnason como Bjorn Borg, “Borg vs McEnroe” es una película que resulta por demás interesante desde el punto de vista histórico, seductora desde lo emocional y apasionante desde lo deportivo, un deleite para los fanáticos del denominado deporte blanco, el franca alusión al propio torneo celebrado en el All England. Desde su introducción, la cinta nos advierte que dicha rivalidad cambio el tenis y la vida de sus protagonistas, y lo fue, no sólo por las dos vibrantes finales que disputaron ambos jugadores en Wimbledon, sino por lo que significó en sus carreras. Dado lo anterior, aprovecho para hacer algunos apuntes sobre Borg.

 

Aunque el tenis en la década de los sesenta inscribió la denominada “Era Abierta”, su tradición centenaria había arrojado varias figuras, pocas con el impacto transicional de los  australianos Rod Laver, Roy Emmerson y Ken Rosewall, sin embargo Bjorn Borg cambiaría la historia del tenis y su impacto mediático y comercial. Borg atrajo patrocinios como nunca antes en la historia del deporte, tenía seguidoras y seguidores devotos por todo el mundo, atraía las miradas de propios y extraños al tenis, y acaparaba las portadas de revistas, periódicos y libros, fue un fenómeno sin precedente y generó un shock desde su debut, hasta su prematuro retiro a los 26 años, aunque en realidad, habíase retirado desde antes de cumplir los 25.

 

Antes de las eras de Ivan Lendl, Boris Becker o el ya citado Sampras, Borg imprimió un sello inigualable, y su rivalidad con McEnroe, dejó sentadas las bases para futuras batallas como las protagonizadas por Lendl y el propio McEnroe, Lendl y Becker, la noventera Agassi vs Sampras o la considerada más longeva y definitiva del deporte, Nadal vs Federer. Justo esta era, considerada una época dorada por el alto nivel de cuatro jugadores, Roger Federer, Rafael Nadal, Novak Djokovic y Andy Murray, no podría explicarse sin aquella rivalidad del temperamento que refleja la cinta.

 

Borg ganó múltiples veces Roland Garros y Wimbledon, algo que no han logrado ni Rafael Nadal, máxima figura histórica en arcilla ni Roger Federer, máximo tenista de la historia en pasto y en general. Al dimensionar al gran Roger quien a sus 36 años sigue deleitando y enamorando a quienes disfrutamos el tenis, también dimensionamos la corta edad a la que Borg había obtenido sus logros. Cuando Borg regresó a Wimbledon por vez primera en dos décadas, fue para entregar el título a Roger Federer, y eso significó una entrega de estafeta, no de títulos ni de estadísticas, sino en la carga que conlleva portar un deporte sobre las espaldas o mejor dicho, sostenerlo en la mano que impulsan la raqueta.

 

Foto real de  Borg  y McEnroe  en el llamado «Juego del Siglo» | 1980 | Internet.

 

Borg vs McEnroe

Dir. Janus Metz

Suecia, Finlandia y Dinamarca, 2017

Trailer 2:10

 

 

Foto: Iván Uriel | Filmakersmovie.com

Iván Uriel Atanacio Medellín | elsurconovela | México

Escritor y documentalista. Considerado uno de los principales exponentes de la literatura testimonial en lengua hispana. Sus novelas “El Surco” y “El Ítamo” que abordan la migración universal, han sido estudiadas en diversas universidades alrededor del mundo.  Dirigió “La Voz Humana” y “Día de Descanso”. Columnista en Pijama Surf, es Director Editorial  y Fundador de Filmakersmovie.com

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