Por: Andrés Palma Buratta

 Cinema CannesXavier Dolan, a lo largo de su “prolífica” filmografía (gracias a su corta edad y la cantidad de film ya realizados) logra salpicar sus personajes con delineados rayos de colores estridentes envueltos en ritmos estroboscópicos al mismo tiempo que  desborda delicadeza coreográfica en sus puestas en escenas, imprimiendo en ambos casos una gran fuerza interpretativa, ya sea como “frontman” de sus propias obras o a través de la construcción de personajes, que aún teniendo como eje central la búsqueda de identidades y la reconstrucción de relaciones fragmentadas, se mueven más bien en escalones elementales, violentamente poéticos y aún resguardados en una puritana tensión sexual construida sobre idílicos trasfondos amorosos.

 

Dolan recuerda de cierta manera la obra audiovisual de Derek Jarman, el famoso multi autor inglés que delimitó el cinema queer, el universo cultural del punk rock con obras como  Sebastiane (1976) o  Jubilee  (1978) entre otras tantas expresiones culturales que definieron su vida artística. Jarman fue un creador que expelía una rabia visionaria,  que hizo de sus producciones una fragmentación alegre de un Londres duro, violento y profundamente homofóbico.

 

“No importa qué tan enojado o triste sea, su trabajo es siempre positivo. La mejor manera de expresarlo fue hacer de la performance una residencia de su esencia teatral.”

 

 

Al igual que Jarman, Dolan está interesado en el aquí y ahora, en la confrontación implacable de la resistencia en el mundo donde las diferencias sexuales deben ser honradas a través de una estética perceptual. Quizás no sea tan perjudicial ni  locuaz ni escandalosamente vivaz como el autor inglés, ya que la obra de Dolan parte más bien de una concepto más intimo de relato, una provocación que nace de las entrañas de la propia vida, pero sin duda, Dolan exige escarbar en los recónditos caminos de la interioridad para dar voz a la condición humana y su relación con el resto.  Una de las grandes ventajas que tiene el autor canadiense, es que logra captar maravillosamente, tanto en la interpretación, como en las decisiones formales y técnicas, esa esencia de las alienaciones de los individuos entre sí y su resultante emocional, plasmándolas en un lienzo de belleza radical.

 

Sus personajes florecen imprudentemente bajo las luces fluorescentes de noches de aislamiento moderno. Dolan se está convirtiendo en la voz de la ansiedad, volátil, de la condición humana en todas sus implicaciones eternas y contemporáneas, de la tendencia del hombre a encontrarse a sí mismo en las más inefables soledades humanas y anhelos detrás de las puertas cerrada de las habitaciones.

 

A pesar de ello, Dolan, a través de su narración logra abrir esas puertas. En lugar que sus personajes, sus ideales, ansiedades y neurosis se retiren hacia el interior, nace el deseo de gritar toda la abundancia de belleza en la vida y todas las posibilidades de habilitar una razonable esperanza y catarsis en medio de una violencia que no genera demasiados debates morales en sus protagonistas y que por ende no dista mucho de la Inglaterra “violenta” de Jarman.

 

Es justamente en la reconstrucción del pasado, del que se podría suponer sea su propio pasado como lo hiciera en su opera prima “J’ai tué ma mère”, donde a base de recuerdos desechos, sus personajes, de gran densidad dramática irradian la necesaria complejidad para reconstruir ese ayer esfumado en el abandono y rencontrarse con quienes fueron y son para asumir las verdades inciertas necesarias para llenar esos vacíos emocionales heredados por los  misterios del recuerdo. Sus personajes logran comunicarse en un nivel que se extiende más allá de las palabras, aunque están en muchas ocasiones abunden, expelidas de forma visceral, difíciles de digerir, resonando con eco en los espacios cerrados, casas, departamentos, o la misma naturaleza, que finalmente se convierte en nuestro interior; y es que lograr salir de nosotros mismos se convierte en la empresa más difícil del ser humano.

Es el subconsciente el que va despojando los sentimientos superfluos, alterando los estados de ánimo y cuestionando  la conciencia, poniendo en crisis, disolviendo las seguridades, fragmentando el carácter,  desnudando al sujeto.

 

Al parecer estos personajes carecen de un lugar propio, están en constante búsqueda del significado de la realidad, de dar significado a su realidad o de construir una realidad que por lo menos parezca real. Parecen transitar un mundo frío, estéril, de colores grises, secamente urbano, y claramente enmarcados en el cinismo de una sociedad que trata de mantener la vida bajo control, o por lo menos asumible. Cuando Dolan toma esas historias en sus manos suele disipar la ilusión de la realidad, obligando a explorar el universo orgánico hasta volcarlo en presencia física con la verdad sencilla de un collage clamoroso.

 

Sublimemente diverso, su cine está lleno de explosiones repentinas de rarezas inspirada con  todo ese aparataje artificioso, estético y barroco donde habita la sociedad burguesa en decadencia; o más bien estancada en ese pasado, que por más obsoleto que parezca resulta ser más fiable a la hora de representar este frenético lenguaje expresivo, que el presente.

Les dejo el tráiler de su última película Mommy (2014) y los invito a revisar la filmografía de este interesante novel director, que seguramente dará mucho que hablar a lo largo de su carrera.

Mommy

Dir. Xavier Dolan

Canadá, 2014

Trailer 3:13

 

Andrés Palma Buratta

Andrés Palma Buratta

Andrés Palma Buratta |  IMDb @andresdepalma

Director y guionista italo-chileno, nos transporta al mundo distópico de una sociedad subterránea en su película Cassette, presentada en el Festival de Cine B, Cineteca Nacional de Chile y el Museo de la Ciudad de México. Ha participado en la producción de la película chilena “Una parte de mi vida” elogiada por la crítica. Su sensibilidad y lucha por defender los derechos humanos lo llevan a realizar el documental “Tú Ciudad…tus derechos”, para la CDHDF. Autor de historias sencillas y profundas. Desarrolló  la serie #HoySoyNadie, para Televisa Networks.

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