Cónclave: fe, devoción y poder, al reflejo de los tiempos

Por: Iván Uriel Atanacio Medellín

Cónclave es una de las más interesantes propuestas fílmicas de la década, sutil, elegante, y al mismo tiempo atrevida, explora diversos temas considerados como intratables desde una perspectiva dogmática; lo anterior, enmarcado dentro del proceso electivo de un nuevo papa ante la muerte del pontífice en turno, legando en su ensayo, la deconstrucción de un cónclave papal, y una aproximación a los intereses religiosos, posicionamientos políticos, argumentos ideológicos, teológicos y filosóficos, así como prejuicios territoriales, nacionalistas, raciales y globales que permiten a la audiencia, profundizar, más allá del cónclave en sí, en todos los entresijos que delimitan su existencia. El análisis y resolución de los candidatos, las razones, motivos y acuses de la elección, son el colofón desde el cual se presentan los claros favoritos a ocupar la plaza máxima en la Santa Sede, como las alternativas instrumentales y, sobre todo, la sorpresiva conclusión desde toda misiva, haciendo del guion de Peter Straughan, adaptado de la novela escrita por Robert Harris y dirigido por Edward Berger, en la mejor película estrenada en esta temporada de premios.

Con las sólidas actuaciones de John Lithgow, Stanley Tucci, Sergio Castellito y Lucian Msamati en la siempre acompasada profundidad de Isabella Rosellini y la extraordinaria actuación del enorme Ralph Fiennes, Cónclave muestra los avatares de un proceso electoral desde la coral evaluación del discernimiento, a la luz de la devoción, el credo y la fe, donde la doble moral y la curia, la misoginia y el arrebato, la solidaridad, la empatía o el perdón como absolución del castigo,  son un crisol de múltiples debates, conspiraciones e intrigas, que dejan al reflejo una profunda reflexión sobre la condición humana, el libre albedrío, y la religión. La cinta resulta un espléndido ejercicio audiovisual, con una música sugerente y una fotografía que desde su paleta de colores nos recuerda otra obra maestra de Berger, la evocadora, Sin novedad al frente; en Cónclave, la audiencia puede atestiguar una demostración actoral cuyo  cariz profuso resulta admirable, al tiempo que se adentra en una suerte de campaña electoral desde un thriller psicológico  y un viso eclesial que le dejará en el aliento contenido de un final que, quizá, la película propone como un paso necesario en las instituciones religiosas, y de las cuales uno quisiera precisamente fe, empatía, amparo, paz, inclusión, igualdad, solidaridad, amor y libertad.  Mención especial merece la sensible, y a la vez conmovedora presentación de Carlos Diehz, quien a través de su personaje sorprende, envuelve y da sentido al Cónclave, y su elección.

Conclave, 2024, Dir: Edward Berger 

Politólogo, escritor y documentalista, Premio Nacional Aportación a las Letras Mexicanas, y Premio Bienal de la Academia Literaria de la Ciudad de México, es autor de diversas novelas y director de documentales en derechos humanos. Director Editorial de Filmakersmovie, recibió el Premio Nacional de Gestión Cultural; su obra ha sido compartida en más de cuarenta países de cinco continentes.

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