CARMEN BEREGUER , Poeta y musa

Por: Iván Uriel Atanacio Medellin

 

“Las luces llameantes del sol

Entreabren sus rayos los labios

Vertiendo el calor sobre mi cuerpo

Dejándolo vivir ardiéndolo de a poco”

Venid a verme ahora

Carmen Bereguer (Fragmento)

 

Una mirada posada en la historia, aliento del pasado presente que al devenir alienta, consciencia perenne de verso y suspiro a la letra, Carmen Berenguer es referente de la poesía latinoamericana con la fuerza de las mujeres que entregan, esfuerzan y luchan,  de férrea convicción y a grey de causas, ha labrado en la huella de sus versos dolor y gozo, el lloro y frenesí del tiempo.

 

Carmen Berenguer | Foto: Fundación Neruda

 

Su poesía libera soledad al escape del silencio que envuelve donde la muerte no es invierno, y su resplandor no impregna penas; trasciende al lector la cuita ausente que pacta la lectura como lienzo; aves pululan a desconsuelo el rezo, cobijo del dolo que renace o consume polvo y extrañamiento, somos silencio y eco que pacta salidas en laberintos sin regreso, la vida trasciende como raíz que a sinergia deviene descifrar el alma, Berenguer ofrece las respuestas del verso que seduce la poesía.

 

En Carmen la sangre hierven porque estamos vivos, e infundados en la penumbra del caos hacemos del verso empatía, su reflexión siente a plenitud la despedida que avista. Y su rostro posado en la mirada de los últimos suspiros que habitan la memoria, desenvuelve consuelos que lo mismo cobijan el dolor y alientan, la lucha transita su andar empedrado, y escapa pesadillas como amor al viento. La perfecta imperfección reside la nostalgia que extraña el pasado, donde la poeta suscribe su andar entre luces y sombras, rimas y versos, su poesía es alma y carne, y esos amores gravitan observar tras la ventana la causa, y alza su bravo empuñando su mano la lira de un verso a métrica exacto, el que ha sentido al corazón que también hierve al sentir de la vida.

 

“La química sirve para todo

hasta para borrar manchas históricas”

Huellas de siglo

Carmen Berenguer (Fragmento)

 

A dicha de octubre conocí a la mujer, a la poeta, al mito, de su mano expresada en la palabra que recorre, sentí cada palmo de la casa del escritor chileno, y tuve el honor de integrar la Sociedad de Escritores de Chile a su venia; respiré la Sala Ramón López Velarde y sentí en su aroma la Suave Patria cobijar el andino horizonte de su verso. Gracias a Yolanda Pizarro y junto a Ronald Wilson, había dejado en mí el éxtasis del sueño al presentar la novela “El Surco” que aborda los senderos migrantes.

 

Carmen Berenguer | Iván Uriel | ENECH

 

Y es que Carmen es un surco a cuya siembra la arenga es tierra cuyo fruto expresa justicia, una voz que emerge en la sequía, que no cansa, encuentra y busca, que figura realidades desde la realidad misma, y conoce a profundidad las calles de su tiempo, las metáforas y figuras poéticas que confluyen manifiestas por la verdad de su diatriba.

 

Carmen Berenguer descifrar claroscuros que revelan la cotidianidad, y lo hace desde la profunda cavilación de esa tan suya poesía, que impregna revulsivos necesarios que contemplan vivencias agitando los sentidos de tierra, cielo y patria, latinoamericana que respira en aras emancipar su palabra. En Berenguer las mujeres aman y acarician el asombro, el aroma de la senda, lectores inquirimos al verso la complicidad en solícita argucia, devorando a metáforas su gesta.

 

Bobby Sands desfallece en el muro, Huellas de siglo, A media asta, Sayal de pieles, Naciste pintada, La casa de la poesía, Maravillas pulgares, son algunas de las obras en que rompe, desgaja y edifica la mítica lira de su poesía, esa que proclama, apunta y guía los variopintos cardinales de su legado. Ganadora del Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, nominada al Premio Nacional de Literatura, chilena universal, el arte de su pluma cohabita el eterno panorama de su paisaje enhebrado al cincel que rompe cadenas y colma en la mentira verdad, en la crueldad memoria, refleja, describe y renueva, al día que siente, fenece y renace, sueño que avista su nocturna bohemia, su andar por los confines que delinea su figura.

 

Carmen Berenguer | Foto: Crónica digital

 

Testigo desde su carne, describe cada detalle que su crónica prodiga, ella pertenece a la historia misma, la que no se borra ni olvida; Carmen hace de su poesía una casa, sufrió estruendos de censura que apuntó hacia la libertad sus aras, a su pluma emancipa la palabra, liberación que fluye y sigue en lucha; su ímpetu contagia seguir la brega, fundar acciones, no claudicar, alzar el puño al eco estridente de sus versos. Berenguer resuena el nombre de su poesía, agita los blasones de su presencia, desde ventanas impulsa, y a las calles las proclamas que recorre, de pie a la pandemia que lacera, enarbolando fuerza en la palabra. La poeta se convierte en musa, y su poesía esgrime calma y furia, el cauce del río que a montañas acerca mares y baña el desierto de quien ama la poesía y abraza su causa. Venid a verme ahora exclama su oda, y pide a su huerto, avista el porvenir que viste de las ruinas hacer abrigo, esa noche ideal que acompaña a Frida, y al diálogo las huellas que convergen al admirar su arte, y sentir en Berenguer a la mujer que inspira.

 

“Mi carne para su goce

Mi orgullo para su látigo

Mi protesta para su cárcel

Mi infierno para su edén”

Vampiro

Carmen Berenguer (Fragmento)

 

 

Iván Uriel Atanacio Medellín  | elsurconovela | México

Escritor y documentalista. Considerado uno de los principales exponentes de la literatura testimonial en lengua hispana. Sus novelas “El Surco” , “El Ítamo” y «El Muro» abordan la migración universal, han sido estudiadas en diversas universidades alrededor del mundo, y juntas integran la «Apología del Encuentro».  Dirigió “La Voz Humana” y “Día de Descanso”. Columnista en Pijama Surf, es Director Editorial  y Fundador de Filmakersmovie.com

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