Misión Imposible: Repercusión, la impactante epifanía de Tom Cruise
Por: Iván Uriel Atanacio Medellín
Un despliegue de pirotecnia vuelta en secuencias de acción magistralmente dirigidas, el epítome de película de verano, y un portento cinematográfico a su género, hacen que Misión Imposible: Repercusión, brille con luz propia dentro de una saga que acumula cinco entregas previas, consolidando una franquicia que por su inigualable consistencia cualitativa, bien puede considerarse la mejor serie de acción de los últimos 25 años.
Estrenada bajo el aura de consagración que parecía dibujar como tintes de insuperable, la espléndida Misión Imposible: Nación Secreta, Repercusión cuenta con diversos atributos que la convierten probablemente en la más arriesgada, audaz, ambiciosa y bien ejecutada película dentro del serial de espionaje, que, con Misión Imposible, iniciara en el verano de 1996 el mítico Brian de Palma.
Las primeras cinco parte del serial ofrecieron los visos de cinco directores distintos, que enfocaron sus cualidades en pos de continuar la trama de espionaje, los gadgets sorpresivos, los cambios de identidad, las secuencias coreografiadas desde lo individual y lo colectivo, y el tema musical a inspiración de Lalo Shifrin que encumbra emotivamente a cada clímax operístico dentro de las cintas. Una fórmula que pudiera resultar en destino del tedio, se convirtió en un guión estructural que por lo contrario, representa un reto en cada una de las secuelas porvenir. Así, John Woo y su MI:2, fue mal recibida por la crítica mientras se convirtió en la cinta más taquillera a nivel mundial en el año 2000; J.J. Abrahams hizo de MI:III en 2006, su ópera prima, y a partir de ese momento también se convirtió en productor de las tres postales siguientes, el ahora director élite, ahondó en el personaje de Ethan Hunt de forma más persona, reflejando un lado más vulnerable que incluso la actual misión explora.
Brad Bird, galardonado con dos premios Óscar por sus cintas animadas Los Increíbles y Ratatoullie, debuta como director de actores en live motion con Misión Imposible: Protocolo Fantasma, que sin duda, en 2011 catapultó a la saga tras varios años de hiato, y de paso dejó en el imaginario, la espectacular secuencia en donde Ethan Hunt, escala el edificio más alto del mundo para entonces, esa secuencia en Dubai resulta apoteósica. Así, tras el estreno de Jack Reacher en 2012, llegó el turno para Christopher MacQuarrie de abonar su propia visión de la serie al su colaboración con el protagonista.
Prevaleciendo en las seis películas únicamente el personaje de Luther, interpretado por Ving Rhames, MacQuarrie continua el ensamblaje de caracteres que prosigue el humor, ahora un tanto más serio, de Simon Pegg, la indómita presencia de Rebeca Ferguson, la elegancia cómplice de Alec Baldwin, y a ellos, suma la acertada participación de Henry Cavill, y de la soberbia Vanessa Kirby, para completar el elenco que hace de Repercusión, una cinta igualmente balanceada entre las espectaculares intervenciones de dobles y actores de reparto en sendas coreografías de acción y actuaciones sólidas, en muchos casos, aunadas a la fiebre ya clásica de la saga por la realización de peligrosas escenas por parte de los propios actores. El resultado, una pieza de increíble precisión que luce por completo en pantalla IMAX.
Una cinta llena de maestría, en cuya estructura bien incluye obertura, arias, interludios y epitafios no concluidos, para dar cabida a una probable secuela, MacQuarrie repite sin repetirse, y presenta una versión plena de dinamismo, que vira hacia lo complejo que resulta la trama de espionaje, enredo e intriga internacional, con la solemnidad del relato. Pero si la ejemplar veracidad de la película recae en los efectos prácticos y en su conjunción tecnológica para mostrar el mayor realismo posible, en franca oposición a las ya abundantes películas de súper héroes bañadas hasta el hastío de efectos especiales CGI y pantallas verdes, el mayor efecto visual es su protagonista: Tom Cruise.
Ícono, leyenda, mito, Cruise, se muestra encomiable, carismático y con el usual profesionalismo que le ha llevado a realizar sus escenas sin necesidad de dobles, y a poner en riesgo el físico hasta sufrir lesiones y detener por un periodo de tiempo el rodaje. Comparado a las veces con Jackie Chan, Cruise se diferencia por el uso de implementos, instrumentos y herramientas de trabajo, lo mismo maneja una moto que un auto, un camión que un helicóptero, escala una montaña, un edificio, aguanta la respiración bajo el agua, se cuelga de un avión o es capaz de arrojarse lo mismo en paracaídas que pilotearlo.
En Repercusión, Cruise ha dejado muy alto el listón cualitativo de su heredad, y en esta película especialmente relacionada al ambiente que ofrecen directores como Christopher Nolan en El Caballero de la Noche, o George Miller, Mad Max: Furia en Dos Ruedas, alcanza rasgos de epifanía cinematográfica que recuerda la variedad de rangos donde podemos disfrutarle a lo largo de sus casi cuatro décadas en la industria.
El mismo actor nominado a tres premios Óscar, y ganador de tres Globos de Oro, luce con total esplendor a sus 56 años, y logra lo anterior con un despliegue de energía que motiva, evoca e inspira al espectador, que recuerda a Cary Grant en Intriga Internacional de Alfred Hithcock. En Repercusión, cada textura está diseñada al compás de su cinematografía, bellamente compuesta por Rob Hardy, como exquisita resulta la composición de su banda sonora por Lorne Balfe, que trae a la memoria a Hand Zimmer, su maestro. Esa orquesta que conduce con soltura MacQuarrie, representa el espíritu de la serie televisiva – original de Bruce Geller- que irrumpirá los televisores durante la década de los años sesenta, un equipo que se integra en la derivación de un colectivo, y un liderazgo que es capaz de amalgamar y hacer converger los valores de lealtad en favor de una causa que les da origen.
Repercusión pone de manifiesto la vulnerabilidad de los personajes ante el discernimiento entre la profesión, la amistad y el objetivo, que coadyuvan la tensión que hace de lo evidente lo improbable y de lo improbable lo evidente, un juego de búsqueda y encuentro que atiende al principio fundacional de la serie. MacQuarrie aprovecha su talento como guionista, recompensado en 1995 con el premio Óscar por la magnífica Los Sospechosos Comunes, para dar cuerpo al engranaje y el bien común en vilo para afrontar la prueba, es ahí donde todo adquiere sentido y brinda incluso, un dejo humanidad a la historia, ya que mostrará las razones por las cuales Ethan Hunt se aleja de lo querido, abandona su pasado, y arriesga su misión por aquello que ama, sea la pareja, la institución, o el amigo, ante una la maldad inherente en el escenario perenne de las películas de acción, donde el bien y el mal dirimen fuerzas frente a la ética y la lógica de los sucesos.
Ante la inminente amenaza global, el dolor, arrepentimiento, vacío y la desesperación, no tienen cabida en la ejecución del deber ser de los personajes, interconectados con la casualidad, con la casualidad o con el infortunio, quienes portan en sus líneas y sobre todo en sus expresiones, la suma de todos los miedos y ansiedades que la falta de apego más no de motivos corresponden.
La búsqueda de un estado de felicidad que parece no existir, la resignación, el sueño lúcido o las máscaras que cubren las secretas intenciones caracterizan los momentos climáticos que para muchos críticos, hacen de Repercusión, la mejor de las películas de la serie y una de las mejores películas de acción de las últimas décadas.
Lo cierto es que desde nuestra apreciación, Misión Imposible: Repercusión es la mejor película del verano y se coloca en la competencia directa por los premios especializados en los enormes logros técnicos de su realización, y a su paso, brinda una oportunidad más de seguir reconociendo una de las leyendas más importantes de la historia de Hollywood, y quien se ha mantenido como la estrella más conocida del panorama cinematográfico internacional.
Misión Imposible: Repercusión
Dir. Christopher McQuarrie
E.U.A., 2018
Iván Uriel Atanacio Medellín | elsurconovela | México
Escritor y documentalista. Considerado uno de los principales exponentes de la literatura testimonial en lengua hispana. Sus novelas “El Surco” y “El Ítamo” que abordan la migración universal, han sido estudiadas en diversas universidades alrededor del mundo. Dirigió “La Voz Humana” y “Día de Descanso”. Columnista en Pijama Surf, es Director Editorial y Fundador de Filmakersmovie.com