Tom Cruise, bitácoras de Vuelo
Por: Iván Uriel Atanacio Medellín
“American Made” también conocida en México y Latinoamérica como “Barry Seal, Sólo en América” o “Barry Seal, el traficante” dirigida por Doug Liman y protagonizada por Tom Cruise en el papel de Barry Seal, es una cinta biográfica que se basa en la vida real de un personaje cuyas peripecias, vericuetos, enredos y habilidades, llevaron su talento y ambición a una interminable secuencia de sucesos que formaron parte importante de la historia de Estados Unidos en su relación con Centro y Sudamérica a fines de los años setenta y hasta mediados de los años ochenta.
Seal, oriundo de Baton Rouge, Luisiana, se convirtió en el piloto más joven en la historia de TWA con licencia para volar, en un reconocido piloto comercial en Estados Unidos, y al tiempo, en un audaz traficante, infiltrado, informante y todas las acepciones que en su vida acumularon sus horas de vuelo. Sus rutas a Medellín en Colombia desde los albores del Cartel de Medellín hasta su infiltración en las guerrillas centroamericanas, en especial, la denominada Irán Contra, resultó tan fundamental para la guerra fría en el continente americano, como para la guerra contra las drogas que el gobierno estadounidense emprendió contra su enemigo público más reconocido en esas lides, Pablo Escobar.
Seal, sea por azar, coincidencia, casualidad o por la ilación de eventos concatenados por su contexto, entorno y circunstancia, llegó a ser un perfil requerido por los principales líderes de esos procesos político-económicos, de esta forma sirvió al ya citado Escobar, tuvo relación con el General Noriega de Panamá, dictador e intermediario de intereses armamentistas, cercano al Gobernador de Arkansas, Bill Clinton, de hecho el primer título de la cinta era Mena, en alusión al aeropuerto que fungió como centro de operaciones de Seal; acorde a la cinta, Barry también entabló relación con George Bush Jr., y en especial con altos mandos de la CIA, cuyo anonimato es personificado en el estupendo Domnhall Glesson y que lo llevarían incluso a ser informante de la Casa Blanca al mando del presidente Ronald Reagan. Son los años ochenta, en el clímax de una guerra fría que aprestaba un mundo más dividido que nunca en dos bandos, pero que a la vez, ya vislumbraba el triunfo de uno en especial, y el surgimiento de nuevos conflictos como el narcotráfico.
De esta forma Seal queda expuesto al medio de su gobierno y del Cartel, teniendo su vida en una línea muy delgada de lealtad, pertenencia y arraigo. Doug Liman y Tom Cruise, quienes juntos legaron al canon de la ciencia ficción de la presente década la extraordinaria “Edge of Tomorrow” o “Al Filo del Mañana”, vuelven a hacer mancuerna en esta dinámica, fresca, informativa y entretenida cinta que ofrece por una parte una visión de Liman a los acontecimientos, por otra a la vida del personaje y finalmente, al despliegue interpretativo de Cruise en su mejor momento y al pico de sus capacidades actorales. Cruise, quien ha sido nominado al premio Óscar en tres ocasiones y ganador del Globo del Oro en otras tres, regresa a encarnar a un personaje de la vida real como lo hiciera con Ron Kovic en “Nacido el 4 de Julio” de 1989 y en “Operación Valkyria” de 2008 envuelto en los pasos del Baron Claus Von Stauffenberg.
En “American Made” Cruise vuelve a comando de un avión, y a usar los lentes negros como sello registrado, mismos aditamentos que le dieran éxito en “Top Gun” de 1986 en combinación con dos cintas, la ingenuidad del habilidoso en “Negocios Riesgosos” 1983 y el carisma que persuade en “Jerry Maguire”, para entregar una actuación lineal en los procesos evolutivos de su personaje, pero compleja en la emoción de los pasajes que van cambiando su vida como si él mismo no pudiera detener el efecto bola de nieve, enfrascado en un torbellino de cambios y acciones de las cuales pierde control, como control mantiene Cruise durante toda la cinta. Una de las mejores actuaciones de su carrera y una de las mejores que ha ofrecido en los pasados 15 años, desde que nos regalara a Vincent el asesino a sueldo de “Colateral” 2004, a Less Grossman, el tirano productor de cine de “Tropic Thunder” y la ya citada “Al Filo del Mañana” 2014.
Una fotografía que ambienta la conjunción visual de las décadas setenta y ochenta, una banda sonora propia de la época que resulta evocadora, y una audaz edición que muestra planos y tomas en mano, preferidas de Liman, hacen de “American Made” una de las mejores películas del año. El guión escrito por Gary Spinelli busca un medio entre la información histórico política y la trama personal del propio Barry, ubicando la cinta como una inverosímil historia de vida que a la vez resulta real, porque lo fue.
La adaptación en ese sentido hace de la película una forma de aprestarse a la época determinada, y a una increíble serie de conexiones y sucesos que unen a los personajes y los separan por la intencionalidad que les convoca.
Tom Cruise y Doug Liman han probado ser una combinación sólida y sostener una complicidad creativa que nos hacen pensar que “American Made” es un interludio que aguarda su nueva entrega de ciencia ficción, y una oportunidad más de ver a Cruise desde la innovadora forma de reinventar la carrera de una de las leyendas más importantes de la historia de Hollywood y de quien por más de tres décadas se ha mantenido como la estrella más conocida del panorama cinematográfico internacional.
American Made | Barry Seal, sólo en América
Dir. Doug Liman
Estados Unidos, 2017
Trailer 2:40
Iván Uriel Atanacio Medellín | elsurconovela |
México
Escritor y documentalista. Considerado uno de los principales exponentes de la literatura testimonial en lengua hispana. Sus novelas “El Surco” y “El Ítamo” que abordan la migración universal, han sido estudiadas en diversas universidades alrededor del mundo. Dirigió “La Voz Humana” y “Día de Descanso”. Columnista en Pijama Surf, es Director Editorial y Fundador de Filmakersmovie.com