“Los placeres de aquí abajo”
Por: Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez
El 29 de julio de 2003 se cumplieron 30 años de la muerte de uno de los directores y creadores de cine más importante del siglo XX, Luis Buñuel Portolés, nacido en Calanda, Teruel, Aragón, España en 1900. A más de 30 años de distancia, consideré que la mejor manera de recordar al gran cineasta es presentando a Usted mi apreciado lector, sus memorias escritas y publicadas en 1982, bajo el título de: “Mi último suspiro”. De entrada, Luis Buñuel manifiesta que él no es un hombre de pluma y aclara que quien escribió sus memorias, fiel a lo que él le dictó, fue su amigo de profesión Jean-Claude Carriére.
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No hace falta ser un cineasta para que uno pueda interesarse en las memorias de Luis Buñuel, “Mi último suspiro” es una joya de cultura, de arte, en la cual puedes conocer a personajes, acontecimientos, el nacimiento del surrealismo, de geografía, de tradiciones, de aclaraciones de mitos, etc. pero sobre todo un gran recorrido por toda la producción cinematográfica de Luis Buñuel, quien adquirió la nacionalidad mexicana y fue en este país donde produjo 32 películas memorables, entre ellas, “Viridiana en coproducción con Gustavo Alatriste, Simón del desierto, Nazarín, El Ángel Exterminador, Gran Casino protagonizada por Jorge Negrete y Libertad Lamarque, El Gran Calavera”. La inolvidable película “Los Olvidados” por la cual recibió fuertes críticas, porque describía una realidad que ponía en muy mala posición a México y en la fecha que salió al público sólo Octavio Paz, Siqueiros y otros intelectuales, reconocieron el valor de la película que lo hizo ganar la palma de oro en el festival de Cannes.
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Podría en la presente columna dedicarme sólo a mencionar las grandes películas de Buñuel y eso bastaría para justificar el contenido de mi publicación, pero a las películas puede acudir de manera muy sencilla comprándolas y viéndolas, el objetivo central es invitarlo a la lectura de “Mi último suspiro” y le garantizo que no saldrá decepcionado, porque como lo señala Feliciano Fidalgo de (El País): “Buñuel lo evoca todo con precisión y humanidad, con sorna, a veces, y con autenticidad tangible: Lorca, Dalí, el superrealismo, la guerra civil, el franquismo, Viridiana, el catolicismo, su ateísmo, México, Hollywood, tejen la aventura de una vida que, hoy, aún, respira al acecho de la libertad.”
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Un capitulo de sus memorias lo tituló: “Los placeres de aquí abajo”, con sencillez, claridad y sobre todo sinceridad nos cuenta el placer y gusto que siempre tuvo al bar, nos platica los recorridos en los bares de Madrid, París y México, puede Usted apreciado lector a través de la lectura, acudir a los cafés literarios más importantes de Madrid como son el: “Café Gijón que aún existe, la Granja del Henar, el Café Castilla, Fornos, Kutz”, y conocer las grandes platicas que tenían hombres de la talla de Salvador Dalí, Federico García Lorca, Gómez de la Serna, e incluso las reuniones de dos generaciones históricas de España como son la del 98 con personajes como, Unamuno, Valle Inclán, Pío Baroja, Antonio Machado, conviviendo y discutiendo con la joven generación del 27 integrada por Ortega y Gasset, Lorca, Dalí, Buñuel, Alberti, Pedro Garfias, entre otros.
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De la misma manera podrá viajar a los felices años 20 en Francia y acudir al Café la Rotonde, reunirse con la generación fundadora del surrealismo integrada por André Bretón, Max Ernst, Paul Eluard, Tristán Tzara, René Char, Pierre Unik, Tanguy, y naturalmente Buñuel y Dalí e incluso Dalí llegó a declarar que él era el surrealismo, sin dejar de definir que el surrealismo es: “un movimiento artístico que intenta buscar y representar una creación y realidad subconsciente, onírica, imaginaria e irracional más allá de la realidad física”.
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Con Luis Buñuel, de México se puede aprender mucho, llegó a vivir en el año de 1946 y en este bello país murió en 1983, manifiesta el cineasta que para realizar la película “Los Olvidados” caminó y convivió con el mexicano pobre, aprendió mucho de nuestra cultura, parte de ella está representada en su cine, pero su mundo desde niño siempre estuvo rodeado de los ricos, de los poderosos, de los intelectuales y de la política en la cual tuvo experiencias fuertes, en sus memorias nos relata que: “se reunía con frecuencia con Alfonso reyes y que un día le platicó que fue a ver al despacho al Secretario de Estado para la Instrucción Pública José Vasconcelos, charló con él unos minutos – siempre sobre las costumbres mexicanas- antes de concluir: creo que, menos tú y yo, todo el mundo lleva aquí un revólver. Habla por ti le respondió Vasconcelos, mostrándole un 45 que llevaba oculto bajo la chaqueta”.
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Todo lo narrado y mucho más es Luis Buñuel, un hombre que nació con el siglo XX y que fue de los cineastas más importante del mundo, por eso la mejor manera de recordarlo es disfrutando: “los placeres de aquí abajo”, es decir, leyéndolo, viendo sus películas, bebiendo, comiendo, viajando, en conclusión en la medida de nuestras posibilidades la vida se trata de vivirla de una manera intensa y apasionada, porque nuca sabemos si pudiera ser nuestro último suspiro.
Leer «Mi último suspiro«, Luis Buñuel
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José Miguel Naranjo Ramírez | miguel_naranjo@hotmail.com | México