Memorias del Subdesarrollo | Dir. Tomás Gutiérrez Alea | Cuba, 1968

Memorias del Subdesarrollo: Retrato de un Momento Histórico de la Revolución

Por: Daisy Novoa Vásquez

 

Memorias del Subdesarrollo | Tomás Gutiérrez AleaMemorias del Subdesarrollo es una película cubana de 1968 del director Tomás Gutiérrez Alea que está basada en la novela del escritor cubano Edmundo Desnoes.  En el filme a blanco y negro el personaje principal es un escritor aspirante de la burguesía cubana, Sergio, quien se queda en la isla luego de ver partir a su familia y amigos en exilios voluntarios hacia Miami un par de años después de la Revolución Cubana de 1959.  A lo largo de una narrativa compleja donde los monólogos interiores del protagonista son un pilar importante de análisis y reflexión sobre la realidad cubana, además de abundante información visual y otras perspectivas vamos descubriendo el impacto inmediato del régimen comunista en el estilo de vida del país y su gente. Vemos los cambios mayormente negativos que la revolución ha traído a la isla, además de la constante incertidumbre de no saber que pasará cada día, de ver a la gente partir o desaparecer, mientras se sabe a viva voz que miles de niños mueren de hambre en la isla a pesar de que las promesas de la revolución eran de equidad y bienestar para todos.

La voz de Sergio nos recuerda periódicamente a lo largo de la película que nadie sabe a donde irá a parar el proceso histórico que se está viviendo en Cuba, pero nos deja claro el impacto feroz del subdesarrollo en el que yace ahora su país no sólo es evidente y tangible en la arquitectura decadente del lugar,  en la incapacidad de mecánicos de arreglar automóviles por la falta de piezas, sino también en la forma de pensar de algunos cubanos, como por ejemplo el de la inconsecuente Elena quién pretende atarse a él a la fuerza luego de inventar que ha perdido su virginidad en los brazos de Sergio.

 Sin embargo a lo largo del film, que transcurre entre la invasión de Bahía de Cochinos y la Crisis de los Misiles, el mismo Sergio es ambivalente ante su postura política, sentimientos personales, y rol social. Así como divaga en su narración histórica sobre los acontecimiento de la época, de la misma forma divaga en un nihilismo existencial.  Sergio, al final de cuentas es un burgués pasivo con una propensión a la crítica, que muestra a veces incongruencias en sus pensamientos y acciones, y otras veces observaciones humanos profundas y ciertas; pero en definitiva sus acciones y pensamientos son fundamentalmente intrascendentales por no tener una postura clara.

A lo largo del largometraje Sergio recuerda a viva voz como La Habana se ha convertido en una ciudad que parece de provincia, que desde que se quemó El Encanto, La Habana que antes era conocida como la Paris del Caribe ahora no es más que una Tegucigalpa del Caribe.  La revolución de una forma u otra es una involución en algunos aspectos para el protagonista.  Las palabras y recuerdos de Sergio están mayormente llenos de desesperanza y apatía. Por ejemplo, Sergio critica a  Picasso por considerarse un “comunista” cuando este vive como millonario en Paris con todas las comodidades que el comunismo no tiene y que de hecho quita a la gente.  Además habla claramente de cómo la revolución ha callado al individuo y este se ha convertido en una criatura que vive con miedo, que se ha vuelto reaccionaria. Dispuesta a echarle la culpa a otros para evitar responsabilidades. Sergio analiza la relación dialéctica entre los individuos y el grupo, y finalmente concluye que la gente bajo esta revolución no es consciente y analítica y necesita que alguien siempre piense por ellos.

 

Titón, como era conocido Gutiérrez Alea por amigos, utiliza muchos elementos visuales y narrativos para retratar el profundo impacto del gobierno Castrista en la vida privada y colectiva de su gente.

Una escena poderosa y de reflexión en la película es la de cubanos en el aeropuerto listos para abandonar su país mientras tienen que entregar sus relojes antes de irse. El símbolo de dejar obligatoriamente sus relojes es importante pues refleja por un lado la opresión del régimen comunista que toma control sobre  los bienes materiales de las personas y por otro la abnegación de las personas dejar atrás “su tiempo” en la isla, de ver por última vez las manecillas de reloj avanzando allí en Cuba, para irse en un exilio a otra parte.

Memorias del Subdesarrollo | Tomás Gutiérrez AleaOtro elemento narrativo y visual importante para demostrar el subdesarrollo en el que se encuentra Cuba, son las tomas en la casa-museo del escritor Hemingway en la isla. Aquí Sergio por un lado ve como Elena es incapaz de apreciar el valor histórico y educativo de la casa del famoso americano y así demuestra la poca sofisticación y madurez intelectual y estética de la joven que es semejante a la de muchas personas en la isla.  Del mismo modo, al hacer todo un recorrido por la casa de Hemingway encontramos que el escritor realmente no tenía nada de valor cultural o folclórico de la isla por lo que Sergio interpreta que Cuba era realmente insignificante para el americano. Sergio observa también que los países atrasados solo le sirven a la gente de países desarrollados para matar animales, pescar, tomar el sol y por sus mujeres preciosas.  Todas las cosas de las que Hemingway disfrutaba en Cuba.

Tomás Gutiérrez Alea usa una narración fragmentada similar a la de la memoria humana y es así como vemos a su protagonista  recordando partes de su vida con su ex-esposa antes de que abandonara Cuba, con su ex-novia europea cuando estos eran muy jóvenes y tal vez narrando subjetivamente algunas partes y poniendo más valor sentimental en algunas memorias que en otras.  Pero es así como poco a poco entre esas memorias aparecen las memoria del régimen. La evidencia del abuso de poder. De como Sergio es visitado por gente del gobierno que viene a investigar sobre sus posesiones, inmuebles, y estilo de vida, y como eventualmente pierde derecho sobre algunas de estas para acomodar el bienestar de todos, pues ese es el objetivo del comunismo; de dejar de ser un individuo y formar parte de un todo.  Así mismo Gutiérrez Alea, emplea a Noemí, la muchacha que limpia la casa de Sergio para demostrar como el gobierno comunista censura la religión.  Pues vemos a Noemí confesarle a Sergio que ella es protestante y que fue bautizada en secreto en el río.  Sergio imagina a la bella joven siendo sumergida en el agua con un traje blanco que al pegarse a su piel muestra su cuerpo; más adelante Noemí comparte fotos de su bautizo con Sergio y este se da cuenta como su imaginación fue más lujuriosa que las vivencias reales de Noemí. Así Gutiérrez Alea muestra nuevamente que la mente humana puede ser subjetiva y también emplea fotografías como un recurso del recuerdo.

Una forma de memoria más objetiva pero no infalible pues siempre son sujetas a nuestra interpretación.

 Noemí muestra estas fotografías a Sergio con mucha timidez, y vemos como a la mujer no le queda más remedio en el régimen comunista que ocultar la práctica de su fe.  De esta forma vemos como la revolución usurpa derechos básicos de las personas, y cómo estas a veces tienen que resignarse a sufrir en silencio o a recordar sólo lo más tolerable para poder subsistir, tienen que olvidar u omitir lo que no les gusta si es que no tienen escape.  Es así como también Sergio reflexiona en un momento casi al final de la película que “en el subdesarrollo todo se olvida. Nada es consecuente.”  Tal vez tratando de evocar que la mayoría de cubanos que siguen en la isla, sin poder huir, han olvidado consiente o inconscientemente las promesas buenas que Castro les hizo algún día y las mismas promesas que ellos se hicieron para así poder seguir viviendo.

Al final de Memorias del Subdesarrollo Tomás Gutiérrez Alea nos da a entender que alrededor de tres años han pasado desde que Fidel Castro tomó control de Cuba.  Kennedy habla el 22 de Octubre de 1962 y luego se muestra a Castro en televisión diciendo que “todos deben ser uno en esa hora de peligro y que la gente debe saber vivir en la época que le ha tocado”, haciendo alusión a la crisis de los mísiles.  Gutiérrez Alea demuestra la incertidumbre y preocupación de vivir en una época de revolución, sabiendo que hay la probabilidad de tener una guerra.  A través de Sergio vemos esa impotencia de no saber que pasará en cualquier segundo, mas este mismo personaje ve a muchos de su compatriotas caminando por la calles de La Habana sin miedo a lo que pueda pasar, tal vez ignorando las repercusiones de un desastre armamentístico.

Sergio claramente dice: “Nada tiene sentido, la gente se mueve y habla como si la guerra fuera un juego.”

Esto puede ser interpretado como el subdesarrollo analítico de las personas en Cuba, quienes en realidad no entienden las consecuencias de esta amenaza, o su indiferencia a morir, o tal vez la insensibilización a este tipo de amenazas puesto que se han acostumbrado a vivir bajo un gobierno militarista donde las libertades y los derechos humanos son pocos. Donde bajo esa revolución cada día se vive con incertidumbre, sin saber que pasará el día siguiente y con miedo a pensar y a hablar libremente.

Memorias del Subdesarrollo

Dir. Tomás Gutiérrez Alea

Cuba, 1968

Película Completa

Canal YouTube: encubalovi1

1:34:12

 

 

Daisy Novoa VásquezDaisy Novoa Vásquez | daisynovoavasquez.com | Estados Unidos

Daisy Novoa Vásquez es una escritora chilena-ecuatoriana. Emigró a los  Estados Unidos en el 2002. Desde entonces ha vivido en varias ciudades  del país y trabajado para empresas de medios de comunicación y  publicidad. Estudió la universidad en los Estados Unidos y Corea del  Sur. Ha viajado extensamente por Norte América, Europa, Asía, y  Latinoamérica. En la actualidad es consultora de medios multiculturales, contribuye para el periódico Hispano El Planeta de Boston y para el  portal bilingüe tuboston.com  Daisy escribe mayormente artículos, poesía y  cuentos cortos; abarcando una variedad de temas y estilos. Su nueva  publicación es el libro de poemas Fluir en Ausencia.

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