Antes del Anochecer | Before Midnight | Dir. Richard Linklater | Estados Unidos, 2013

Por: Iván Uriel

Los besos no ofrecían resistencia porque le dejaban el deseo en los labios…me voy pero te llevo conmigo, premura tengo en verte llegar y aún no te has ido.

Iván Uriel

 Before MIdnight

El amor a todas horas, en la premura, en la calma, puntual y a destiempo; el amor que irrumpe, el que avisa, el que conversa; el amor que se sabe; que renueva, que madura; el amor sutil y sereno, el amor como mentira, el amor como verdad; el que engaña, el que ilusiona, el ideal. El amor que inicia, el que termina; el de unas horas, el de un instante, el de toda la vida… amor en la palabra, amor en la caricia.

Así se suceden las casi dos décadas desde que “Antes del Amanecer” cimbrara las convencionales historias de amor, y el interludio que significó la bella postal “Antes del Atardecer” con el mismo reparto y director, determinados a seguir contándonos en tiempo real y jugando con el espacio como una suerte de virtud, la historia de Jesse y Celine, la pareja que se enamora al caminar, al hablar, al escuchar, al debatir, al dialogar, al compartir.

 

Richard Linlaker deja así el testamento amoroso que literalmente se saborea paso a paso, palabra a palabra, y que se cubre de caricias en tres entregas cinematográficas que hacen de su trilogía, un legado de los afectos.

 

En 1995 “Antes del Amanecer” celebró el encuentro como acontecimiento, como milagro, como señal, como aventura; en 2004 “Antes del Atardecer” celebró el encuentro como un acto de voluntad, de deseo, del anhelo compartido en los albores de una decisión. En la primera cinta los jóvenes que se encuentran en el tren acuerdan espontáneamente recorrer la ciudad como escala de su tiempo compartido, justo antes de volver a los vagones donde se conocieron para tomar cada quien su sendero en la soledad que deja el vacío de una compañía cuando en realidad lo fue. Una década después, literalmente separados por un océano, por amores, por los andares distintos, vuelven a toparse, ahora los jóvenes son adultos, ahora el encuentro es reencuentro, pero igualmente un acontecimiento, y aquello que sintieron antes del amanecer funge como testigo. No son los mismos, su vida no es la misma, y la conversación tampoco lo es, no es que haya crecido con ellos, sino que la conversación se reinventa, fluye y no se agota, y no se agotará antes del atardecer que nos deja sin aliento, hasta otros casi diez años cuando Ethan Hawke y July Delpy reinterpreten sus roles emblemáticos en “Antes del Anochecer”. En la tercera parte 2013, tras casi diez años de espera y contemplación, de nueva cuenta la caminata se disfruta, la caminata se acompaña en soledad y en pareja, la reflexión sobre el amor y sobre nuestras relaciones comienza en uno mismo.

 

La trilogía de Linklater lleva al espectador a conocer el amor que dura las horas de un día en cada cinta, y que en la tercera, y con la misma duración de tiempo real, nos describe como el amor de aventura y voluntad, se convierte en una celebración del encuentro como reflexión, madurez, reflejo y destino.

 

El amor de un día se convierte en el amor de todos los días, y el amor de unas horas en el amor de todas las horas. Escenas evocadoras para los amantes y para quienes amamos el amar en sus distintas expresiones, nos hacen abrazar los hubieras con la cadencia de las decisiones, del dolor o el gozo de tomarlas, en la responsabilidad de asumirlas. El amor idealista se ha instituido con los años, la convivencia de unas horas cada diez años se ha vuelto la convivencia de todos los días, y ante el tedio, la costumbre o la meditación de las decisiones; el enamoramiento, los estados del amor, la voluntad, el deseo.

 

Antes las metáforas, las experiencias que en su vivencia se vuelven consejos, los amantes siguen conversando, y a cada paso dejan que fluyan los pensamientos, las sensaciones y las reflexiones del mundo, de la gente, del arte, de la comida, de los gustos, de los sueños, de las expectativas, de la realidad, de la fantasía, de lo que fue, de lo que es. El amor y las relaciones humanas son cuestión de andarse, hablarse, escucharse, sentirse, al menos así lo hacen sentir “Antes de Amanecer, Antes de Atardecer y Antes de Anochecer”, una trilogía para observar, reflexionar y sentir, para disfrutar en soledad y en compañía, antes de que amanezca, de que la tarde llegue, de que la noche avance, antes y después, el amor a todas horas.

Antes del Anochecer | Before Midnight

Dir. Richard Linklater

Estados Unidos, 2013

Tráiler 1:50

Canal YouTube/ Cinescondite Rises

 

IvanUrielIván Uriel | elsurconovela | @ElSurcoNovela

Iván Uriel Atanacio Medellín es un escritor, productor, director y politólogo, especialista en sistema político, desarrollo social y migración. Su novela “El Surco, historias cortas para vidas largas” describe los senderos migrantes, cuya narrativa innovadora ha sido reconocida como la aportación mexicana a la literatura posmoderna latinoamericana. Ha diseñado políticas públicas, programas académicos y sido conferencista en diversos congresos internacionales. Su  motivación logra la creación del documental “Tú Ciudad…Tus Derechos” y Filmakersmovie.com

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