Por: Carmen Sofía Brenes | Revista de Comunicación Facultad de Piura, Dic. 2012 | Academia.edu 

 

Este artículo reflexiona sobre la noción de bondad y su contrario, referida a los personajes de un mundo de ficción. El estudio se hace desde una perspectiva humanista y tiene en cuenta la propuesta poética de Juan José García-Noblejas (1982) y Paul Ricoeur (1987). Se propone que un personaje es bueno en la medida en que sirve al mundo de ficción en el que está, mientras que el mundo de ficción lo es en tanto que es capaz de “hacer justicia” a la vida humana que representa.

 

“Contamos historias porque, al fin y al cabo, las vidas humanas necesitan y merecen contarse. Esta observación adquiere toda su fuerza cuando evocamos la necesidad desalvar la historia de los vencidos y de los perdedores. Toda la historia del sufrimiento clama venganza y pide narración”.

Paul Ricoeur

 

1. El contexto de la poética aristotélica

2. La propuesta de la “doble navegación”

 

Buenos y malos personajes. Una diferencia poética antes que ética | C.S. Brenes | D.G. Filmakersmovie

Buenos y malos personajes. Una diferencia poética antes que ética | C.S. Brenes | D.G. Filmakersmovie

3. Los personajes y la narratología

En esta tercera parte, se mencionan algunos estudios sobre personajes realizados en el ámbito de la narratología. Todos ellos permiten advertir lo que se decía al inicio de estas páginas cuando se señaló que desde el punto de vista crítico (de re-escritura o recepción en “segunda navegación”), los personajes aparecen como instrumentos para “contar la historia”. El objetivo de esta parte es poner de manifiesto que los personajes son artificios creados por un autor.

 

Bal (2001), por ejemplo, habla de “actores funcionales” que hay que tomar en consideración al analizar una estructura. “Un aspecto importante de la interpretación de la fábula consiste en la subdivisión de sus actores en clases” (Bal, 2001, 34). A partir de allí, dentro de un marco de análisis estructural, Bal identifica distintas categorías de actores que desarrolla en pares: el actor que aspira a un objetivo (“sujeto” – “objeto deseado”), el actor que apoya al sujeto en la realización de su intención (“dador”) y la persona a la que se da el objeto (“receptor”).

 

Bal prefiere llamar al “dador” y al “receptor”, “remitente” y “destinatario”, para traducir los términos franceses que usa Greimas (1984) de destinateur y destinataire, a quien Bal sigue. A estas clases de actores, que tanto Greimas como Bal llaman “actantes”, hay que añadir la pareja formada por los “ayudantes” y los “remitentes”. Cada ayudante, explica Bal, consiste en una condición necesaria pero insuficiente por sí misma para que el sujeto alcance la meta, mientras que el remitente u oponente es lo mismo, sólo que en sentido contrario.

 

Bal aclara que no es preciso que los actores se identifiquen con una persona, pues se trata más bien de funciones. “Podría suceder que en una fábula encontremos sólo un actor que esté en guerra consigo mismo, con sus pasiones, con su locura, etc. Por otro lado, es también posible que grandes cantidades de actores, ejércitos, o grupos universitarios formen en conjunto un solo actante” (Bal, 2001, 36).

Etienne Souriau (1950), por su parte, propone una tipología que también manifiesta que los personajes están al servicio de la historia. Su división se ha mostrado eficaz como medio para analizar relatos de diversa índole. Este autor distingue seis funciones básicas:

 

1. Force orientée (Fo), Fuerza temáticamente orientada: se trata del esfuerzo o tendencia apasionada que se dirige hacia un fin (amor, ambición, deseo de mando, etc.).

 2. Bien souhaité (Bs), Bien deseado: aquello hacia donde tiende Fo. Puede ser, además de un bien personal (hombre, mujer), algo de tipo impersonal (dominio, etc.).

 3. Obteneteur souhaité (Os), Destinatario o receptor deseado: personaje para el que Fo desea el logro de Bs. Es frecuente que Os coincida con Fo, aunque no necesario.

 4. Opposant (Op), Oponente: contrincante de Fo, que trata de impedir que Os logre Bs.

 5. Arbitre de la situation (Ar), Árbitro de la situación: personaje que puede decidir en el conflicto entre Fo y Op.

 6. Adjuvant(Ad), Ayudante: personaje cointeresado con otro de los anteriores. No se trata de una función estrictamente necesaria.

 

Para Souriau estas funciones se constituyen con independencia del número de personajes o actores. De modo que puede haber casos donde una fuerza (Fo, por ejemplo), es a la vez su oponente (Op) y el árbitro (Ar); o donde varios personajes están integrados en una misma función. Esta tipología permite también estudiar las modificaciones de los personajes, en la medida en que a lo largo del relato puedan cambiar de función. Por ejemplo, el Oponente puede pasar a convertirse en el Ayudante de la Fuerza temáticamente orientada, etc.

 

Esta rápida visión de la teoría de los actantes en Bal y de las funciones de Souriau, aunque esquemática, es suficiente para advertir en qué sentido se dice que los personajes son elementos al servicio de la historia, a partir de las relaciones que establecen entre sí.

Resulta interesante observar que los guionistas participan de esta visión de los personajes como estructurantes del guión. En efecto, en la terminología de los libros sobre guión, la “fuerza orientada” responde, genéricamente, a lo que se suele llamar “protagonista” y se define como el que “quiere algo radicalmente, y tiene dificultades por lograrlo” (Howard y Mabley, 1995, 28) o como “el personaje responsable en primera instancia de la acción de la historia” (McBride, 2012, 135).

El “oponente” es el “antagonista”, “la fuerza que se opone” o “la dificultad” que se resiste activamente a que el protagonista alcance sus objetivos (Howard & Mabley, 1995), o “el rival o enemigo del protagonista” (McBride, 2012). El “bien deseado” es llamado la “motivación del protagonista” u “objetivo” (Selbo, 2008), o lo que el protagonista “quiere” (Cowgill, 1999). El “destinatario” aunque no tiene una traducción tan clara, suele ser la respuesta a la pregunta: “¿para quién quiere el protagonista lo que quiere?”. Los “ayudantes” se conocen como “personajes secundarios” o, como dice Edson (2012), “personajes aliados y de ambiente”. El “árbitro”, por último, se asocia a la idea de “causa por la que se resuelve un conflicto”, “el detonante de la resolución”, o el “guardián de la entrada” (Vogler, 2007; Edson, 2012).

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4. Los personajes según los guionistas (Parte 4, última)

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Carmen Sofía Brenes | Academia. edu | @csbrenes | Chile

Periodista, Doctora en Comunicación, Pontificia Università della Santa Croce (Italia). Autora de libros sobre análisis de guión y recepción poética del cine como: “Recepción poética del cine. Una aproximación al mundo de Frank Capra” , “¿De qué tratan realmente las películas? Claves prácticas para leer y escribir guiones de cine y televisión” y “Fundamentos del guión audiovisual”. Es además, Profesora en la Facultad de Comunicación y  Directora Académica del Máster en Guión y Desarrollo Audiovisual de la Universidad de los Andes Chile, así como miembro del Executive Council de la Screenwriting Research Network.

 

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