Magnolia | Dir. Paul Thomas Anderson | Estados Unidos, 1999

MAGNOLIA, Aromas Posmodernos

Por: Iván Uriel Atanacio Medellín

 

Era el fin del milenio, los temores, angustias, las filias y fobias dominaban las incipientes pero nacientes redes sociales y los medios de comunicación social; la internet por completo se ponía a prueba para anunciar el cambio de siglo y sus consecuencias probables de caos y trasformación; el advenimiento de un futuro incierto, del devenir y de su locura, de la incertidumbre.

 

Magnolia AficheEl fin de la historia, su reescritura, o el fondo de un agujero negro sin fondo, matizaron los últimos meses del año, la esperanza no era una constante, el miedo una posibilidad, la matemática caería y el mundo sucumbiría a sus propias reglas mediante siglas indescifrables. Nada de esto sucedió, al menos como estaba estipulado al darse las cero horas del primer día del año 2000.

Todo se dio más tarde, lento y de a poco, después del 2001 nada sería igual en el mundo, nada, ni siquiera los temores volverían a ser los mismos, lo conocido sería desconocido y a partir de entonces, la precaución sería hacia los imprevistos, así también el cine avisto la degradación, el abandono, el suicidio colectivo de la desesperanza, era 1999.

 

En los primeros meses del año 2000, “Belleza Americana”, se acuñaba como la película ganadora del Oscar a la Mejor Película, pero una cinta estrenada en diciembre de 1999 quedaría en la memoria no en la historia como un aviso permanente, justo en el año en que el “Episodio I, La Amenaza Fantasma” decepcionó a más de un fan de “La Guerra de las Galaxias”; justo en el año en que “Matrix” innovó el uso de los efectos especiales en su profunda narrativa, “Magnolia” emergió como el lienzo en el que una lluvia de ranas, azoró como plaga el fin de un año que en sí mismo significaba el fin de una era.

 

Los fanáticos de “La Guerra de las Galaxias” encontrarían años después su redención con el digno cierre de su segunda trilogía, y los asombrados seguidores de “Matrix” sentirían ser defraudados por la ausencia de la magia que innovó y que pecó de repetirse hasta  pronto ser monótona. Estos contrastes serían corolario de una sociedad  que sigue aún en búsqueda de su espacio a destiempo.

Paul Thomas Anderson condensa la caída de la posmodernidad y su pesquisa de identidades en una pieza de dolor, arrepentimiento, vacío y desesperación; cada uno de los personajes interconectados con la casualidad, con la casualidad o con el infortunio, portan en sus líneas y sobre todo en sus expresiones, la suma de todos los miedos y ansiedades que la falta de cariño, apego y motivos corresponden.

La búsqueda de un estado de felicidad que parece no existir, la resignación, el sueño lúcido o las máscaras que cubren las secretas intenciones caracterizan las notas musicales de una canción compartida, de una risa amable, de una petición rota, de un intento fallido y de las buenas acciones sin objeto ni sentido.

“Magnolia” es una bella página en la historia del cine contemporáneo, bella aunque duela, bella aunque asuste, bella aunque en sí misma parezca deplorable o poco atractiva.

La pléyade de grandes actuaciones deja su huella como si el papel fuese ese lienzo en donde caben las mareas, los temblores y el arcoíris al final de la tormenta. Julianne Moore, John C. Reilly, Phillip Seymour Hoffman, William H. Macy, Felicity Huffman, Jason Robards -en su último papel- entre otros, acompañan la poderosa, cínica, sensible y quizá mejor actuación en la carrera de Tom Cruise, para hacer de “Magnolia” una de las mejores películas de la década, una reflexión individual y colectiva a la paradoja, a los sentimientos, apegos, a la confirmación de un gran director y al advenimiento de una lluvia impregnada de los más vacíos aromas posmodernos.

Magnolia

Dir. Paul Thomas Anderson

Estados Unidos, 1999

Canal YouTube: warnervod

Tráiler 2: 45

 

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Iván Uriel

Iván Uriel Atanacio Medellín | elsurconovela | @ElSurcoNovela

Iván Uriel Atanacio Medellín es un escritor, productor, director y politólogo, especialista en sistema político, desarrollo social y migración. Su novela “El Surco, historias cortas para vidas largas” describe los senderos migrantes, cuya narrativa innovadora ha sido reconocida como la aportación mexicana a la literatura posmoderna latinoamericana. Ha diseñado políticas públicas, programas académicos y sido conferencista en diversos congresos internacionales. Su  motivación logra la creación del documental “Tú Ciudad…Tus Derechos” y Filmakersmovie.com

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