Un Cuento Chino | Dir. Sebastián Borensztein
Por: Daniel Vivanco
Un querido amigo llamó por teléfono para saludarme. Inevitablemente la conversación desembocó en el cine y me comentó que recientemente había visto la película argentina “Un cuento Chino”. Me la recomendó por ser un filme que él consideraba de bajo presupuesto, y como él sabe que me muevo en esas esferas económicas, me la indicó como ejemplo de buen cine barato. La vi anoche y mi amigo no se equivocó, es excelente.
“Un cuento chino” es un filme que cautiva desde el comienzo. Tiene todos los elementos para tenerte atento desde el primer cuadro: Excelentes personajes, una historia novedosa, humor, profundidad, drama, amor y por supuesto extraordinarias actuaciones.
Además de ser un ejemplo de algo sencillo y bien hecho creo interesante comentarla con ustedes por una idea que me viene dando vueltas hace un tiempo con respecto al cine latino y centroamericano. Hay países que han desarrollado una cultura cinematográfica, más allá de la fuerte presencia de cine Estadounidense, y que han logrado sobrevivir con dignidad. Me refiero específicamente a Brasil, Argentina y México ¿Qué hay en esos países que logran hacer tan buenas películas?
Siempre que veo una película de estos países, más allá que me guste o no lo historia, siento que los diálogos son creíbles, las actuaciones son verosímiles, que todo fluye sin excesos o falsedades. La respuesta que me he dado es porque tienen historia, porque llevan años haciendo cine y transmitiendo su sabiduría a los nuevos, a todos los que queremos empezar de cero. Los filmes de estos países tienen identidad. Poseen una personalidad única, esa cosa extraña y amorfa que hace que reconozcamos a un compatriota dentro de la masa. Y eso lo hace creíble, tiene pertenencia, tiene “denominación de origen”.
Eso me lleva a pensar en mi país, Chile. Puede haber sido la dictadura la que frenó nuestro impulso creativo durante más de 16 años y que como un alumno que se ha quedado atrás estamos recién empezando a rearmarnos, a reencontrar esa identidad que fue reprimida, anulada y reemplazada por un sistema económico avasallador, lo que evidentemente tiene consecuencias vigentes hasta el día de hoy. Sin embargo, creo que estamos viendo los primeros atisbos de este despertar, la búsqueda de nuestra identidad perdida y eso es alentador, ya que está presente la posibilidad de ser parte de ello.
Otro punto que me parece importante comentar es sobre el actor Ricardo Darín, quien interpreta a Roberto el protagonista de “Un cuento Chino”. Solemos mirar tanto para afuera: Al Pacino, Robert de Niro, Sean Penn, etc…y acá, al otro lado de la cordillera vive uno de los mejores actores que he visto en mi vida. Que lujo de intérprete se gastan los argentinos, con razón no para de trabajar y cada cierto tiempo lo volvemos a ver en la pantalla grande. Es un grande, de esos que con un gesto o una mirada le dan todo el peso necesario a una escena, no necesitan mucho para brillar, extraordinario. Con respecto a la ejecución técnica del largometraje me encontré con una situación bastante interesante. En un par de escenas sentí que el trabajo de fotografía y arte era tan pulcro y medido que me encontraba frente a una película de Jean Pierre Jeunet, donde casi se lograba construir un ambiente “fantástico” a partir de lo cotidiano. Pero luego un par de planos más adelante nos sacan a la calle, cámara en mano y nos muestran una argentina más real, menos trabajada. Me pareció interesante ese juego, esa dualidad que se combina sin conflicto.
Esta película nos habla de transformar el mundo, nuestro mundo interior.
Tal vez la vida nos parece absurda o sin sentido y muchas veces solitaria. Pero los sucesos están conectados, las redes de nuestras acciones se tejen más allá de lo que imaginamos, basta que estemos dispuestos a sacrificar alguna idea que está anclada en nuestra mente o un sentimiento que se pudre en nuestro corazón para que podamos ser más libres y ver que podemos construir algo nuevo, lleno de sentido.
Un mensaje simple y profundo el que nos regala “un cuento chino”.
Daniel Vivanco | IMDb | www.fracfilmes.cl | @DanielVivancoY | vivancoyudin@gmail.com | Chile
Daniel Vivanco nace en Santiago de Chile el año 1980. Estudia periodismo en la Universidad Diego Portales, en paralelo estudia dos años de literatura, finalmente una vez egresado decide enfocarse en lo audiovisual y estudia realización audiovisual en la escuela de cine de chile, donde se especializa como director de fotografía. Actualmente se radica en la ciudad de Pitrufquén, en el sur de Chile, donde es director de la empresa FRACFILMES con la cual ha realizado largometrajes y documentales.